martes, 28 de febrero de 2017

Primos lejanos

Hoy para acabar el mes vamos de remember, y además con una de mis series favoritas de humor de todos los tiempos, una de la que mejores ratos me ha hecho pasar, Primos lejanos. 

Tiene todos los ingredientes que consiguen que la catalogue de esa manera, primero, que es de los 80, ya eso le da puntos... Concretamente se estuvo emitiendo desde 1986 a 1993, la friolera de 8 temporadas, cosa que en aquellos tiempos menos seriófilos, era todo un hito.
Segundo: la verosimilitud del argumento. Balki es un pastor de de ovejas en Mypos, una isla perdida griega, y decide cambiar de vida e irse a vivir con su primo Larry a Chicago. ¿Queda raro? Puede. ¿Increíble? Para nada. Y además es la perfecta excusa para crear mil situaciones divertidas con el idioma, la diferente cultura, y además las taaaan distintas formas de ser de los protagonistas. 


Larry es pintado como un ser egoísta, envidioso, inseguro, ambicioso, gruñón... y Balki como un ser ingenuo, bondadoso, alegre, todo lo contrario a su primo. Su relación va evolucionando con el paso de las temporadas y el uno al otro se influencian para bien, mezclando el humor puro y duro con situaciones tiernas. Y claro está se van sumando personajes a la historia como sus respectivas novias, las dos rubias y personajes totalmente estereotipados. Se juega muchísimo con el tipo de humor que yo llamo físico, en cuanto a accidentes, golpes, y esos días malos... Hay episodios míticos como cuando van al gimnasio para impresionar a sus novias, y acaban teniendo unas agujetas mortales que no los dejan ni moverse; o aquel episodio en el que van a una sesión de rayos uva y acaban más quemados que unas gambas a la plancha. 

Si no la habéis visto por favor, hacédlo, y si ya lo habéis hecho, echad unos buenos ratos volviendo a verla, yo pienso hacerlo. Aquí os dejo la intro de la serie, que acababa yo siempre cantándola a grito pelado en cada capítulo.