Empecé a verla tarde, muy tarde, quizá demasiado. Ya había perdido su frescura inicial y todo giraba en torno a las ganas/capricho/deseo/si no tengo un hijo no soy una mujer realizada, del personaje de Audrey. Pero como me habían hablado muy bien de ella, quise darle otra oportunidad y comencé a verla desde el capítulo uno. ¿Qué me pareció? Fantástica.
Las tramas giran en torno a las etapas que viven las parejas. La idea de mostrar a dos parejas en diferentes momentos de su relación, funciona como si pudieses ver dos momentos de tu propia vida. Por un lado, la pareja más joven que comienza una vida juntos llenos de ilusiones y espectativas, y otra con muchos años de casados que ya han dejado atrás las ilusiones y espectativas "menos realistas" y viven una relación más "como son".
Paralelamente a estas dos parejas, vemos una tercera opción; Russell. Este personaje es la nota discordante pues como soltero empedernido y reconocido embaucador y ligón, es incapaz de comprometerse.
La serie transcurre entre grandes comentarios de sus personajes, en especial de Jeff (Patrick Warburton). El casado. Quiere mucho a su mujer, pero ya ha aceptado lo que el matrimonio significa, y es que lo que la serie nos quiere mostrar, es que en las relaciones de pareja todo va cambiando por el tiempo y que sin darnos cuenta vamos aceptamos esas "reglas de compromiso" no escritas pero tan ciertas como la vida misma.
Es una serie muy recomendable ya que nos brinda momentos verdaderamente divertidos, aunque en su contra, tengo que decir, que cae en el defecto de la mayoría de series parecidas; ellos son tontos y básicos, Jeff es un "animal" que le gusta sentarse en el sofá a ver fútbol, Russell es el típico hombre que sólo piensa en el sexo y Adam... bueno Adam hace directamente de tonto. En cambio ellas, son super maduras, visten de una forma muy sexy y lo que piensan o quieren es lo que al final es lo importante, puesto que, parece, que son más conscientes del mundo real.
